Uno de los problemas más frecuentes a los que enfrentarse en la construcción, es la protección de los elementos constructivos (pavimentos, fachadas, cubiertas, etc…) contra la penetración de líquidos (agua, ácidos, bases, etc…) que pueden atacar a los morteros, hormigones, barras de refuerzo estructural, etc…
Esta protección puede realizarse a presión positiva (por ejemplo, protección de cubiertas contra el agua de lluvia) o a presión negativa (por ejemplo, entrada de agua procedente del terreno en construcciones bajo el nivel del suelo)
Una de las formas óptimas de llevar a cabo esta protección es mediante el uso de impermeabilizantes poliméricos.